jueves, 28 de septiembre de 2017

ANSIEDAD

Son exactamente las once de la noche. Repasemos nuestros trabajos pendientes: oraciones de morfosintaxis, mañana a primera lo acabo; la revista para literatura, eso se resuelve con un copia y pega; el blog, en esas estamos. Ahora son las once y diez. Miro mi celular, no hay mensajes nuevos. ¿Mi pan con ? Se acabo.

 Once y quince y aún no termino el blog. Celular sin mensajes. Crimen y castigo me acompaña, de reojo lo observo y me comprometo, estirando la palma para entablar un juramento, que llegaré a la quinta parte el día viernes. Ahora que me doy cuenta ¿cuánto estará un gabán? ¿Me quedará bien? Esto me lleva a pensar, siendo exactamente a las once y catorce, qué se sentirá llevar un hacha en el gabán. ¿Será cómodo? Hablando de eso, ojalá Perú vaya al mundial.

No me gusta hacer el blog. Soy malo para editar las herramientas ¿cómo piden que haga un blog que se “vea bien” si ni yo me puedo vestir “bien”? Celular sin mensajes. Observo de reojo esa galleta Glacitas que olvidó mi hermano. Nadie se dará cuenta, o tal vez sí. No importa. Once y veinte, tengo sed. Limonada, té, anís. No, mejor un café. Hablando de eso ¿Perú le ganará a Colombia?

Café, pan con jamonada y una galleta ¿y ese pan con palta? Venga. Once y media y aún no termino el blog. Para calmarme entraré a Youtube… Los Yaipén, Armonía diez, Coldplay. No, mejor una de César Franco. Mensaje al celular, Percy: ¿En qué tas? “Bien”. Fin de la conversación. Lo siento, no estoy tan comunicativo en estos días. ¿Cuándo voy al psicólogo? Cuando me sienta listo. La próxima semana, luego de terminar Crimen y castigo, lo juro. Once y treinta cinco. Es tarde.

Sin café, sin pan y sin galleta. Creo que no adelgazaré nunca. Ahora que recuerdo, no investigué sobre Tolstoi. Tranquilo, mañana llegas temprano, y con toda la paciencia del mundo, te sientas, acomodas el trasero, colocas tu mochila sobre la mesa, y con total descaro, buscas en tu celular. Porque para eso tienes un “buen fono”. Once y cuarenta. Tengo sueño y algo de hambre. Ningún nuevo mensaje al celular. Está decidido, no habrá radio en mi blog. Mañana leo sobre Tolstoi. Mañana termino lo de Morfosintaxis. Mañana me baño, si no hace tanto frío, obviamente. Mañana tendré nuevos mensajes. Mañana trataré de ser feliz… ¿Y si me hago otro pan con jamonada? O mejor ¿y si termino Crimen y castigo hoy?


Doce en punto…



viernes, 15 de septiembre de 2017

Es un buen tipo mi hermano



Cómo no recordar a aquel hermano que, ignorando su fuerza superior, te da un mal golpe, al estilo de los buenos luchadores que aparecían por las tardes allá por el año dos mil y que nuestra madre, a gritos, nos regañaba pues, a los diez o doce años, "unos niños no podían ver eso".

Ahora, ya con más de veinte años y con carreras universitarias bien encaminadas, recordamos, con algo de nostalgia, aquellas tardes, en aquellos viajes familiares, que eran los dos únicos seres que, al compás de un balón reían y sudaban como dos chanchos a la hora de recibir un mendrugo de pan. Otro recuerdo es aquella mañana, cuando en un acto de amor de madre, apareció ante nuestros ojos, una consola de Play Station 2, la cual aún guardamos como tesoro de pirata. Desde ese momento las tardes de los sábados y domingos no eran iguales: horas y horas de guerras mundiales. Batallas dignas de ser inmortalizadas por un cronista.

El video hizo que me recordara con mi camiseta del Real Madrid talla S o de mi viejo mando color blanco, el cual era de propiedad privada como aquel mando número 1 que, por capricho personal, elegía con el consentimiento de mi hermano. 

Es un buen tipo mi hermano...